SADAF | Sociedad Argentina de Análisis Filosófico  | 
Miércoles. 18  de Diciembre de  2024

Historia de SADAF

       

       SADAF. UNA HISTORIA

 

Escenario de la fundación. La década de los 70

 

La fundación, la evolución y la consolidación de SADAF son hechos que se insertan en una particular escena de la historia política, social, cultural y académica de la Argentina. El acontecimiento político que comenzó en junio de 1966 y se prolongó hasta 1973 −la dictadura conocida bajo la autodenominación de “Revolución Argentina”− tuvo un especial impacto en la comunidad universitaria y académica argentina, y específicamente en la comunidad de la Universidad de Buenos Aires, a la que estaban vinculados directa o indirectamente los protagonistas fundadores de SADAF. 

Hay un hecho distintivo que así lo respalda: la llamada “Noche de los bastones largos”, trágica ocasión en la que se desalojaron, por orden de la Dirección General de Orden Urbano de la Policía Federal Argentina, cinco facultades de la Universidad de Buenos ocupadas por estudiantes, profesores y graduados que se oponían a la decisión del gobierno militar de intervenir las universidades y anular su régimen de gobierno.

Este acontecimiento desencadenó, entre otros hechos, la renuncia de más de 1400 profesores e investigadores universitarios y el consiguiente éxodo de muchos de ellos hacia otros países para insertarse en otras comunidades académicas. Al mismo tiempo que algunos optaron por permanecer, otros decidieron realizar estudios doctorales en el exterior. 

Precisamente hacia finales de la década del 60, un grupo de jóvenes y entusiastas filósofos argentinos que cursaban estudios de posgrado en Oxford se sintieron estimulados por la vida académica de aquellos lugares. Después de asistir a algunas reuniones de la Philosophical Society de Oxford algunos de ellos imaginaron la posibilidad de organizar una sociedad de estudios de filosofía a imagen y semejanza de aquella prestigiosa institución. Ese anhelo motorizó inicialmente la fundación de la Sociedad Argentina de Análisis Filosófico hasta adquirir un perfil propio y posiblemente único. De ella hoy disfrutamos más de 200 socios. 

A su regreso, junto con otros jóvenes igualmente motivados que habían permanecido en el país durante el período 1966-1973, se abocaron con energía y esfuerzo a construir esta institución. Así lo revela la formalización de un acta del 8 de abril de 1972 firmada por Eugenio Bulygin, Genaro Carrió, Alberto Coffa, Juan Carlos D’Alessio, Rolando García, Ricardo Gómez, Gregorio Klimovsky, Raúl Orayen, Eduardo Rabossi, Félix Schuster y Thomas Moro Simpson. La idea era crear una asociación civil que tuviera como propósito promover la investigación filosófica, con el nombre de Sociedad Argentina de Análisis Filosófico, y cuya sigla de ahí en más sería SADAF. 

A propósito del nombre institucional vale la pena recordar una anécdota que cuenta la tradición oral, según la cual cuando se reunieron para bautizar la institución y darle así un nombre y una sigla que la identificara, fue Simpson quien expresamente se opuso a que en la denominación apareciera la expresión “filosofía analítica”. Afortunadamente, según nuestro parecer, su idea se impuso y de este modo el nombre institucional quedó asociado con un modo de hacer filosofía. Una década más tarde, cuando ya nadie recordaba la polémica, la revista institucional portaría el nombre de “Análisis Filosófico”. 

En ocasión del acta fundacional se formulan clara y explícitamente los objetivos societarios: “estimular la investigación de problemas filosóficos y promover su discusión critica. La sociedad facilitará además, el interés informativo entre sus miembros, coordinará sus áreas de especialización y fomentará en general toda actividad que ayude a desarrollar el interés y la aptitud en la investigación y en la crítica filosófica”, se establecen los tipos de miembros y la índole de la comisión directiva, –estructura que habría de ser cambiada–, y un procedimiento reglado acerca de la dinámica de las reuniones académicas.

Esta última regla es particularmente significativa, ya que se instala un modelo: “La persona designada leerá su trabajo de investigación, leerá(n) el /los suyo/s el/los replicante/s. Leídos los trabajos, se promoverá una discusión entre los participantes y posteriormente se invitará a intervenir a los miembros presentes. Cada reunión será presidida por un miembro plenario de la sociedad, quien tendrá amplias facultades en el manejo de ella, teniendo presente que el fin perseguido es profundizar el análisis del problema en cuestión y alcanzar el máximo posible de clarificación conceptual”. Su importancia radica en que tal modelo, con algunas precisiones ulteriores que, por ejemplo, recomendaban distribuir previamente los trabajos a ser leídos a fin de que discutidor y socios en general dispusieran del material con cierta antelación, habría de ser seguido en todas las reuniones que se convocaron a través de los años.

También se contemplaba grabar las sesiones con la idea de producir material para ser publicado. Ya está en germen la idea, que todavía habría de llevar algún tiempo más materializar: tener un órgano de difusión de la producción filosófica. Inclusive se habría de encargar a Klimovsky la tarea de presentar un proyecto de publicaciones y hubo algún intento, según consta en un acta de octubre de 1974, de firmar un convenio con la editorial Siglo XXI para publicar el material presentado a lo largo de los años 72 y 73 que finalmente no prosperó.

La primera reunión académica consistió en una exposición de Klimovsky sobre “La lógica y el método hipotético deductivo”. El discutidor fue Jorge Bosch y la reunión se llevó a cabo en el Centro de Arte y Comunicación en la calle Viamonte 452 –institución que albergó las primeras reuniones públicas de la sociedad, como fue recordado en 1998, ocasión del 25° aniversario en palabras de Jorge Glusberg, entonces director del Museo Nacional de Bellas Artes. Durante los años siguientes, se produjeron un número considerable –para la época– de reuniones que seguían el modelo arriba mencionado. Vale la pena señalar que si bien hoy existe, en nuestro medio, una proliferación de reuniones académicas –tal vez un poco excesiva– con una amplia variedad de formatos (coloquios jornadas, congresos, workshops, seminarios y otros muchos) en aquel momento, en cambio, no era costumbre –por diversos motivos difíciles de precisar– la realización de tal tipo de eventos. La filosofía era más bien visualizada como una actividad solitaria en la que, en todo caso, unos pocos con “credenciales de grandes maestros” podían reunirse. Las generaciones más jóvenes debían guardar una prudente distancia. Su participación era casi nula.

Del mismo año, 1972, se conservan registros que revelan la intención de dar forma y carácter jurídicos a la sociedad, de acuerdo con el artículo 46 del Código Civil, tarea que se solicita a Genaro Carrió. Por ello en 1975 se dispone la protocolización de los estatutos, aunque será recién al promediar la década siguiente –en 1986– que se obtiene definitivamente la personería jurídica como sociedad civil sin fines de lucro

Durante la década de los 70 se propuso y se publicaron algunos boletines informativos de las actividades de SADAF que parecen haber tenido una aparición un tanto irregular.

Si bien, como ya se señaló, hubo la intención de promover publicaciones de la sociedad, habrá que esperar a la década siguiente a que esa aspiración se materialice en Análisis Filosófico. En el ínterin, se decidió poner a disposición de la revista Crítica –del Instituto de Investigaciones Filosóficas de la Universidad Nacional Autónoma de México– el fondo editorial de SADAF y colaborar en las tareas de dirección, distribución y promoción de dicha revista, por lo que Simpson, Rabossi y Orayen se integraron al Comité de Dirección y Klimovsky y Carrió el Consejo asesor de esa publicación.

Un problema que hubo que abordar fue el de contar con una sede para la realización de las actividades, pues el domicilio legal de la sociedad inicialmente fue un domicilio particular y el de las sesiones públicas, el Centro de Arte y Comunicación, como ya se señalara –en virtud de la generosa contribución de Glusberg–. Recién en diciembre de 1973 se decide alquilar un departamento en la calle Leandro N. Alem 675, 1º 2, que permitió entonces disponer de un amplio local, hasta contar con una sede propia –la actual–, tanto para las reuniones de seminarios como para las conferencias y reuniones académicas. 

También a este período corresponde la gestación de su actual biblioteca y hemeroteca, que contó con la colaboración del Consejo Británico que no sólo ofreció auspiciar visitas de filósofos ingleses que estuvieran dispuestos a dictar conferencias en SADAF sino también ofreció suscripciones de revistas británicas de temas filosóficos y se recibieron, además, las primeras donaciones. 

Durante 1976 y hasta 1983 una nueva dictadura asoló el país y SADAF fue una de las tantas sociedades de la "cultura de catacumbas" que permitió salvaguardar y desarrollar la actividad intelectual. Se llevaron a cabo cursos, seminarios, proyectos de investigación, debates, coloquios, jornadas, invitaciones y hasta la creación de una revista, Análisis Filosófico Todo ello en la sede de Avenida Alem 675 y, más tarde, en su local actual. 

Durante los oscuros años de la dictadura, SADAF se convirtió en un verdadero oasis donde investigadores y estudiantes, que provenían no sólo de la Facultad de Filosofía y Letras sino también de la de Ciencias Exactas y Naturales y la de Derecho de la Universidad de Buenos Aires y de centros universitarios del interior, podían participar libremente en discusiones filosóficas, constituir seminarios y grupos de estudio, presentar sus trabajos y someterlos a una crítica racional.

 

La década de los 80

 

La década de los 80 fue especialmente significativa para SADAF. Durante ese período tuvieron lugar cuatro acontecimientos sumamente reveladores del crecimiento institucional y de la constitución de su identidad: se crea su órgano oficial Análisis Filosófico, se organiza el Curso de Posgrado en Filosofía, se formaliza definitivamente el perfil institucional y se dispone de su local definitivo en Bulnes 642. Cada uno de estos hechos merece un párrafo aparte. 

Hacia fines de la década anterior, la Comisión Directiva había observado una carencia importante en el escenario de las publicaciones filosóficas periódicas en español. Las escasas revistas académicas de Latinoamérica y España luchaban por permanecer y afianzarse e instaurar así una práctica típica en otras comunidades filosóficas que ya lo habían logrado desde las primeras décadas del siglo XX y a la que hoy ya estamos acostumbrados. En 1981 se organiza la aparición semestral de un órgano oficial de la sociedad que habría de incluir “trabajos inéditos de filosofía teórica y práctica que contribuyeran al desarrollo del análisis filosófico”. Fueron invitados a integrar el Comité Asesor un número importante de filósofos destacados de variadas comunidades académicas que respondieron con total adhesión. De allí en más y con todas las dificultades editoriales ya conocidas, Análisis Filosófico inicia su derrotero que sigue exitosamente hasta hoy. 

Un capítulo especial lo constituye la organización del Curso de Posgrado en Filosofía que se dictó durante los años 1982 y 1983. También en este ámbito la iniciativa tuvo un carácter excepcional. Como lo señala Ana Claudia Couló, quien da cuenta de este acontecimiento en Cuestiones Filosóficas. Ensayos en honor de Eduardo Rabossi (Pérez, D. y Fernández Moreno, L. (eds.), 

Puede ser considerado una experiencia única por diversos motivos: en un sentido (trivial), porque fue una experiencia pensada “para una única vez” y consiguientemente no reeditada. Pero también por su carácter de curso de formación de posgrado completo, equivalente a una formación de maestría cuando no existían maestrías en el sistema universitario argentino, por su excepcional tasa de egreso (cercana al 90%), y por su inserción en un contexto histórico y social particular, en una etapa en la que la Universidad permanecía intervenida, pero que prenunciaba la recuperación de la democracia. (p. 555)

Muchos de sus graduados continuaron sus estudios de Doctorado y se insertaron como profesionales de la filosofía en el mundo académico como docentes e investigadores, dentro y fuera del país.

La firme intención de formalizar la condición institucional de la sociedad se concreta en el momento en que SADAF es reconocida como asociación civil sin fines de lucro, con el número 9874 (año 1986), completando las tramitaciones que se habían iniciado en la década de los 70, lo que habrá de permitirle más adelante las gestiones y la formalización de convenios con universidades nacionales y con el CONICET. 

Cabe mencionar como logro especial de este período el que a partir del 18 de marzo de 1988 SADAF dispone de un local propio. Luego de adecuaciones de la infraestructura que también fue mejorando en décadas posteriores, se accede a más espacios para eventos académicos, reuniones de seminario, ámbitos más apropiados para investigadores, biblioteca y hemeroteca. 

Estos logros institucionales no deben opacar la preocupación constante por la actualización en los temas y los debates filosóficos que no tenían inserción en nuestro medio académico e institucional. Un claro ejemplo de este tipo de inquietudes lo constituye la circunstancia de que fue en SADAF donde tuvo lugar la presentación pública de los estudios filosóficos sobre la mujer. La visita de María Cristina Lugones en 1987 fue motivo para que de allí en más se instalara en nuestro medio académico una nueva área que inicialmente creó una asociación (Asociación Argentina de Mujeres en Filosofía, AAMEF) e incluso una revista (Hiparquia). Así, primero de manera informal, se organizaron seminarios y se propusieron proyectos de investigación en torno a la teoría del género. Habría de ser en la década siguiente, en 1992, cuando esta área filosófica tuviera un reconocimiento formal en el ámbito de la Facultad de Filosofía y Letras bajo la denominación de Área Interdisciplinaria de Estudios de la Mujer y finalmente, en 1997, se constituyera el Instituto Interdisciplinario de Estudios de Género, en esa misma institución. De este modo SADAF había brindado el espacio para que floreciera una nueva área disciplinar que, más tarde, no solo tuvo reconocimiento formal fuera del ámbito sadafiano, sino que brindó las herramientas iniciales para una experiencia de investigación que permitió la interacción entre la filosofía y las ciencias sociales. Y por qué no decirlo, también, que fomentó la participación activa de las mujeres en tareas académicas prestigiosas dentro y fuera de SADAF lo que, sin duda, era poco habitual en nuestro medio. 

 

La década de los 90

 

Este período se caracteriza por la profundización y afianzamiento de los objetivos societarios, en particular, es la investigación y su expresión pública la que domina esta etapa. Así, en esta fase se crea el Área de investigación y el Centro de documentación y se instituyen los premios a la investigación y los coloquios. 

Cada uno de los emprendimientos mencionados anteriormente amerita un comentario. 

En 1998 se genera el Área de Investigación y Desarrollo (más adelante “Instituto de Investigaciones Filosóficas-SADAF”), coordinada por Alberto Moretti, para promover, coordinar, formalizar y llevar a cabo actividades conjuntas con otras áreas institucionales similares nacionales o extranjeras. Esta iniciativa fue una respuesta al interés de los asociados que ya tenían como lugar de trabajo SADAF o aspiraban a tenerlo, como es el caso de aquellos socios que eran o son investigadores o becarios del CONICET. Esta decisión fue reconocida por la Fundación Antorchas y por la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica (ANPCyT) que otorgó subsidios para proyectos de investigación con sede en SADAF y dirigidos por asociados. Más adelante (ya en 2012), se recibió un subsidio del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Investigación Productiva (MINCyT) que promueve y beneficia el desarrollo de la actividad en nuestra institución. 

Hasta avanzada la década de los 90, la gestión de la biblioteca y hemeroteca tuvo un carácter poco formal. Recién en 1995 se crea el Centro de Documentación y se adecuan las colecciones de libros y revistas a los cánones bibliotecológicos estándar. Ello además permitió apelar a las herramientas informáticas del momento, así como hacer uso de servicios de correo electrónico, redes computacionales e Internet. Para ello se organizó un curso para los asociados, a fin de facilitar el uso de las nuevas tecnologías. Todas estas prestaciones contribuyeron a mejorar las búsquedas bibliográficas solicitadas por los socios, facilitando así el desarrollo de la investigación.

También en este período se da un formato definitivo a las reuniones académicas del pasado, desde el momento en que se instituyen los Coloquios Filosóficos que habrían de constituirse en eventos esperados de la agenda académica nacional. Adquirieron distintas formas: coloquios generales, temáticos, disciplinares y de homenaje. El primero de ellos se reunió en 1990. Algunos de ellos, más adelante, tuvieron lugar en la Universidad Nacional de Córdoba y en la Universidad Nacional de Rosario, con la valiosa participación de filósofos locales.

Un modo de impulsar e incentivar la investigación y su consolidación fue la institución de premios. Desde su inicio se planificaron distintas categorías de premios: para estudiantes, para graduados, para investigadores jóvenes, para investigadores formados, fueran o no socios de SADAF. Esta política continuaba otra iniciada en los ’70 que había consistido en becas breves de investigación. 

 

Los primeros años del siglo XXI 

 

La primera década de este siglo y ya en los años más recientes SADAF adquiere un perfil de institución académica madura que obtiene su reconocimiento como tal de distintas maneras y no solo en nuestro país sino también en el exterior. 

Por un lado, está el reconocimiento por parte del CONICET para que SADAF se constituya en lugar formal de trabajo de algunos de sus investigadores, y por parte de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica, como lugar de excelencia académica. 

A partir de 2003, y con el objetivo de estimular la investigación, se procedió a otorgar premios, becas y subsidios a grupos de investigadores. 

También durante este período se profundiza la presencia de recursos informáticos. Así es que se desarrolla la página Web como canal de comunicación y exposición pública de la actividad institucional y de sus asociados. 

La incorporación de Análisis Filosófico a la Plataforma Scielo (Scientific Electronic Library Online) y al núcleo Básico de Revistas Científicas significa un reconocimiento de la importancia de la publicación. 

Finalmente, a partir del 2009 se fortalecen las relaciones con universidades nacionales a través de la firma de convenios con la Universidad Nacional de Córdoba (2009), con la Universidad Nacional de Rosario (2013), con la Universidad Pedagógica de la Provincia de Buenos Aires (2013) y con la Universidad Nacional de San Martin (2015). Estos convenios tienen como objetivos: entablar y desarrollar vínculos de cooperación institucional y académica en materia de investigación, promover publicaciones de mutuo interés, intercambio de profesores, organización de eventos científicos, difusión, formación de posgrado, gestión de recursos bibliográficos y extensión. 

En mayo del 2012, SADAF firma un convenio con el CONICET en virtud del cual el Instituto de Investigaciones Filosóficas de SADAF es reconocido como Unidad Asociada al CONICET (resolución D. Nº 1189). El Instituto agrupa a todos los investigadores permanentes y a sus respectivos becarios, quienes tienen a SADAF como su lugar de trabajo formal. Este reconocimiento es un logro importante que representa una distinción a la trayectoria académica de SADAF. 

También en ese año se firma un convenio con la Editorial Universitaria de Buenos Aires, EUDEBA. A través de dicho convenio se abre la posibilidad de publicar sistemáticamente los resultados de los proyectos de investigación con sede en SADAF, así como compilaciones de trabajos que se presenten en eventos científicos realizados en nuestra sede.

También durante este período se fortalece la infraestructura institucional con la adquisición de una fotocopiadora, un sistema de computación, bibliotecas, un retroproyector y luego un cañón y se brinda el servicio de WiFi en toda la sede. 

A continuación, completaremos la apretada síntesis histórica con un panorama, un poco más detallado de las diversas actividades sadafianas y otros aspectos institucionales. 

 

Los seminarios

 

El núcleo duro de SADAF que estuvo presente desde la primera hora fue la existencia de los seminarios. Ellos eran y siguen siendo la ocasión de encuentro alrededor de temas e inquietudes comunes, la savia de la investigación, el espacio de aprendizaje, intercambio y debate. 

A lo largo de la historia adquirieron distintas formas. Así, están los seminarios regulares, aquellos que se reúnen en virtud de algún eje más o menos general, como el de explorar aspectos de una disciplina (la filosofía de la ciencia, la filosofía del derecho, o la filosofía de la lógica, por ejemplo) o alrededor de un tema (actos de habla, teoría de la decisión, revisión de creencias, justicia global, conciencia, ficciones, propiedades y relaciones, conceptos, contextualismo y relativismo, el canon filosófico, el argumento del diseño, entre muchos otros). Su peculiaridad es la de la persistencia en el tiempo, año tras año. Y aquí cabe destacar el caso del seminario de Félix Schuster sobre de filosofía de las ciencias sociales, que lleva 40 años de existencia. Otros son seminarios anuales convocados alrededor de un tema o alrededor de las obras recientes de un autor o en torno de un debate. Finalmente, y ya en época más reciente, se organizaron seminarios breves de investigación de no más de cuatro o cinco reuniones. En estos casos el objetivo es acotado y suele estar dirigido a la actualización temática o a la lectura de algún libro. 

Todos los seminarios dictados estuvieron a cargo tanto de socios de la institución como de invitados nacionales y extranjeros e incluso de visitantes extranjeros que generosamente colaboraron con los objetivos institucionales. Así, no podemos dejar de recordar las visitas de (entre otros muchos) Akeel Bilgrami, Donald Davidson, Jaegwon Kim, Isaac Levi, Mark Platts, Jesse Prinz, Joseph Raz, Ángel Riviere, John Searle, Ernesto Sosa. 

En ocasiones, pequeños grupos de asociados se reúnen alrededor de un tema o un autor, y así se organizan grupos de lectura.

 

Las reuniones académicas y los coloquios SADAF

 

Como ya anticipamos en el recorrido histórico, la vocación por la organización de reuniones académicas fue explícita desde el primer momento y el formato fue el ya comentado. Su implementación nunca fue sencilla, pues había que contar con un expositor y al menos un discutidor, y ésta no era una práctica instalada en nuestro medio. A pesar de ello, se realizaron en esos primeros años de la institución numerosas y estimulantes reuniones académicas -práctica que continuó posteriormente, como por ejemplo, en el caso del ciclo de reuniones sobre “La noción de razón y sus vínculos conceptuales” (1989), coordinado por Diana Maffia, y el congreso, organizado conjuntamente con la Sociedad Iberoamericana de Filosofía, “On Consciousness” (1989).

Con la inserción de los miembros de SADAF en distintos estamentos académicos de las universidades a partir de 1984 con el advenimiento de la democracia y la formación ahora de grupos estables de investigación filosófica, el formato inicial de las reuniones académicas fue cambiando. Permanecía firme la intención de mantener un espacio de comunicación y debate y éste habría de ser el de los coloquios. El primero de ellos tuvo lugar en 1990, y a partir de allí adoptaron distintos formatos. En algunos casos fueron coloquios generales de filosofía, pero cuando el volumen y la diversidad de contribuciones aumentó considerablemente, se organizaron más de uno y hasta tres coloquios por año, divididos temáticamente en Coloquios de Filosofía de la Lógica, del Lenguaje, de la Mente y Metafísica, de Filosofía Práctica y de Filosofía e Historia de la Ciencia y de la Tecnología (años 1992, 1993, 1994), o como más tarde se presentaron como coloquios sobre Filosofía Teórica, Filosofía Práctica y Filosofía e Historia de la Ciencia (entre 1995 y 2001). También se programaron sobre un tema en particular como por ejemplo el problema de la derogación (1992), la normatividad (2002), la causalidad (2003) o el realizado en homenaje a la obra de Carlos Nino (1994). Aún hoy los coloquios SADAF se continúan realizando con diversos formatos. 

Desde 2011, se llevan a cabo anualmente y con mucho éxito los Coloquios de Jóvenes Investigadores en Filosofía Analítica (JIFA).

Una mención especial merecen los coloquios organizados conjuntamente con la Sociedad Española de Filosofía Analítica (SEFA) -el primero de los cuales se llevó a cabo en Madrid en mayo de 2006; desde esa fecha en adelante se realizan cada dos años, alternando el lugar de encuentro.

También SADAF ha sido sede de otros eventos académicos, como por ejemplo el Workshop organizado por Eduardo Fermé (FCEN-UBA), apoyado por Antorchas y el Servicio Alemán de Intercambio Académico (DAAD), en el que participaron un grupo de lógicos alemanes y de especialistas argentinos. La modalidad de Workshop fue adoptada con mucho entusiasmo. Así, se realizaron las siguientes reuniones: “Philosophy and Cognitive Science” con la presencia de Jesse Prinz (2008); “General Terms and Rigidity” con la visita de Michael Devitt (2008); “Logic and Philosophy of Logic”, del que participaron Oystein Linnebo y Graham Priest (2008); “La paradoja de Yablo” (2008) y “La fundamentación de los conceptos”, en el que estuvieron presentes Carrie Jenkins y Daniel Nolan (2008); “Analogy, Concepts and Representation” con la participación de Kenneth Kurtz (2009), "Contextualismo y relativismo" del que fueron visitantes Dan López de Sa y Peter Ludlow (2009); “Reference and Fiction” (2013) con la participación de Michael Devitt y Saul Kripke (2013); "Mental Files and Singular Reference" (2013) que tuvo como invitados especiales a Francois Recanati, Michael Devitt y Kepa Korta; “Workshop on Philosophy of Logic” (2014) en el que participaron, entre otros, Gil Sagi y Thomas Schindler. 

Todos ellos, y muchos otros que no incluimos en este listado, contaron con la presencia de colegas del exterior y del interior del país y fueron organizados y coordinados por los socios. 

Algunas temas que lograron una alta convocatoria dieron lugar a reuniones académicas que se realizaron en años sucesivos: así, por ejemplo, desde el año 2008 se realizan los Coloquios de Metafísica Analítica, de Filosofía y Ciencia Cognitiva y, desde 2009, el Worshop “Issues on Contemporary Semantics and Ontology”.

 

Impulso a la investigación: premios, becas y subsidios

 

A lo largo de su historia y desde la primera hora, SADAF impulsó la investigación filosófica de muy diversas maneras. Uno de ellas fue el otorgamiento de becas breves para el inicio de tareas de investigación durante la década de los ’70. Fueron beneficiarios de esas becas Rodolfo Gaeta, Alicia Gianella, María Cristina González, Gladys Palau y Hugo Zuleta. En el año 2007 se crearon las becas Raúl Orayen y Carlos Alchourrón. Fueron beneficiarios de estas últimas Luis Robledo (2008/2009) y Paula Gaido (2010/2011). 

Un segundo modo de promoción de la investigación consistió en la creación de distintos premios, algunos de los cuales llevaron el nombre de ilustres socios. Así, se otorgó el premio Alberto Coffa a Daniel Attala y Samuel Monder (1991) y a Diana Pérez (1992) y el premio Eduardo Rabossi a Romina Zuppone (2008), Federico Burdman, Martín Ahualli, Santiago Ginnobilli (2009), Diego Tajer, Luciano Venecia, Eduardo Barrio (2010) y Lucas Rosenblatt (2011). 

Durante los años 2004 a 2007 se entregó el premio Estímulo a la Investigación. Recibieron ese premio en las distintas categorías (estudiantes, investigadores en formación e investigadores formados) María Gabriela Fulugonio, Glenda Satne, Pablo Stafforini, Federico Penelas, Martín Labarca, Santiago Ginnobili, Diana Pérez, Liza Skidelsky, Ezequiel Zerbudis, Sandra Lazzer, Mariela Destéfano, Claudina Orunesu, Juliana Udi, María Perot, Santiago Ginnobili, Milton Laufer, Karina Pedace, Laura Sker, Miguel Alzola, Pablo Lorenzano, Daniel Kalpokas, Patricia Marechal. 

Tanto la ANPCYT como la Fundación Antorchas y SADAF otorgaron subsidios a la investigación en los proyectos dirigidos por algunos asociados. En relación con los subsidios dispuestos por SADAF a grupos de investigación, deben recordarse los correspondiente al grupo dirigido por Olimpia Lombardi (2008-2010) sobre “La Interpretación de la mecánica cuántica y su relación con la química molecular” y al dirigido por Federico Penelas sobre “Debates contemporáneos en epistemología del testimonio” (2010-2012). 

Todos estos pasos de naturaleza formal fueron acompañados por la puesta a disposición de sus asociados de las instalaciones y servicios que tiene la asociación para las reuniones habituales de los proyectos de investigación, a fin de facilitar los encuentros de sus integrantes. 

 

Relaciones institucionales

 

A lo largo de su historia SADAF se preocupó por promover, acompañar y compartir los proyectos de otras instituciones interesadas por la actividad filosófica, tanto a nivel nacional como internacional. Así, en la década de 1970, coorganizó con el Centro de Investigaciones Filosóficas (CIF), el Instituto Di Tella y la Asociación Argentina de Economía Política las “Jornadas sobre A.Smith, D. Hume y su época”. También, en esos años, SADAF organizó, conjuntamente con el CIF y con el Centro de Estudios Filosóficos de la Academia Nacional de Ciencias (CEF), las “Jornadas Filosóficas de Buenos Aires”. Estas Jornadas se llevaron a cabo en los años 1978, 1979 y 1981 y fueron especialmente importantes y estimulantes ya que, como dijimos más arriba, en esos años era muy poco frecuente la realización de encuentros académicos en filosofía. 

SADAF patrocinó, también, la realización de los Coloquios Bariloche de Filosofía desde la primera hora (1992), organizados por la Fundación Bariloche, y mantuvo estrecho contacto con la Fundación Antorchas.

Las historias de SADAF y del Centro de Investigaciones Filosóficas (CIF) han estado muy unidas desde sus orígenes y ambas instituciones han mantenido siempre estrechas vinculaciones, puestas de manifiesto, en particular, en la realización de jornadas y coloquios. En abril de 2013 se  firmó un convenio marco de cooperación con la idea de formalizar la colaboración y el trabajo conjunto, así como la de promover actividades entre los miembros de ambas sociedades. La primera de ellas, dentro de dicho marco, fue un seminario sobre “La filosofía analítica del arte. Historia y perspectivas actuales”, coordinado por Ricardo Ibarlucía (CIF), Eleonora Orlando (SADAF) y Diana Pérez (SADAF).

En este mismo orden de cosas, SADAF se empeñó en instalar la necesidad de crear una institución de carácter nacional que incluyera a quienes se dedican a la investigación y a la enseñanza de la disciplina en las universidades argentinas. Así nació AFRA, la Asociación Filosófica de la República Argentina, siguiendo algunos de los modelos de otras asociaciones nacionales, aunque con características atenidas a nuestra propia historia. 

Respecto del vínculo con instituciones extranjeras una mención especial la merece el Instituto de Investigaciones Filosóficas de la Universidad Nacional Autónoma de México. La relación con sus autoridades e integrantes se remonta a la etapa fundacional y no sólo por el rico intercambio de visitantes y la hospitalidad con que siempre fueron acogidos, sino también por el apoyo bibliográfico que ha brindado desde siempre su rica biblioteca y hemeroteca. 

Desde el año 1988, SADAF es miembro de la Federación Internacional de Sociedades de Filosofía (FISP) y desde 1977 de la Sociedad Interamericana de Filosofía (SIP). En ocasión del Congreso Mundial de Filosofía que tuvo lugar en Atenas en 2013, la FISP invitó a SADAF a participar organizando un simposio bajo el título "Líneas actuales de investigación en filosofía analítica en la Argentina”. Desde agosto de 2009 SADAF es también miembro de la Asociación Latinoamericana de Filosofía Analítica (ALFAn) y algunos socios de SADAF han formado parte de su Comisión Directiva. Ambas instituciones se han abocado a la tarea de coorganizar congresos bienales en distintos países de Latinoamérica -en 2012 nuestro país ha sido sede de ese evento.

 

Actividades de extensión

 

En aras de ampliar la comunidad filosófica y de despertar interés por el modo de hacer filosofía y por los temas que fueron desde siempre objeto de investigación, en SADAF se programaron al menos dos cursos de extensión. Uno de ellos fue en 1984, organizado en torno a la obra de John Hospers Introducción al análisis filosófico y se llevó a cabo en la sede de SADAF. El otro fue en 2010 bajo el título de “Los problemas centrales de la filosofía”. Este último curso fue una actividad conjunta con la Universidad de San Andrés, dictado en ambas sedes societarias y a cargo de entusiastas socios sadafianos.

 

Biblioteca y hemeroteca 

 

El actual acervo bibliográfico de SADAF es fundamentalmente el resultado de numerosas donaciones de sus asociados, entre las cuales cabe mencionar la donación de Ricardo Gómez y de Oscar Cornblit, como así también la de la Embajada de Alemania Federal. Algunos socios solían hacer suscripciones personales a revistas con la finalidad de donarlas a la biblioteca. Además, una parte importante de los libros es el resultado de compras que se han hecho a través de los proyectos de investigación radicados en la sede. Por otra parte, debe recordarse que la actual colección de revistas ha implicado un enorme esfuerzo económico. Debemos mencionar, además, la generosidad de las familias de Carlos Alchourrón, Eduardo Flichman, Gregorio Klimovsky, Luis María López Taiana y Carlos Nino, que han donado sus respectivas bibliotecas. 

 

Análisis Filosófico 

 

Como ya anticipamos en 1981 se crea Análisis Filosófico, órgano oficial de SADAF. Desde su aparición se publica semestralmente, en mayo y noviembre de cada año. La revista está indexada en el Philosopher's Index. En 2006 se decidió pedir la incorporación de la revista al Núcleo Básico de Revistas Científicas gestionado por el Centro Argentino de Información Científico y Tecnológico (CAICyT) dependiente del CONICET. En mayo de 2007 el CAICyT formaliza la incorporación de Análisis Filosófico a este núcleo básico conformado actualmente por 103 revistas de todas las disciplinas científicas. Es importante destacar que la incorporación de nuestra revista en este núcleo de revistas reconocidas por su calidad por el CAICyT fue posible gracias a un trabajo que se inició varios años antes, con vistas a adecuar Análisis Filosófico a estándares internacionales, relativos a la periodicidad, sistema de evaluación, proporción de trabajos de miembros del consejo publicados en la revista, etc.

El 27 de julio de 2007 Análisis Filosófico se incorpora a Latindex, Sistema Regional de Información en Línea para Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal. Análisis Filosófico forma parte del Catálogo (260 registros), que cubre aquellos títulos seleccionados de acuerdo al cumplimiento de parámetros de calidad.

A fines de 2007 se concreta la incorporación de Análisis Filosófico a SciELO (Scientific Electronic Library Online). SciELO es una biblioteca electrónica que conforma una red iberoamericana de colecciones de revistas científicas en texto completo y con acceso abierto, libre y gratuito (www.scielo.org). 

A principios de 2008 el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y la Fundación Banco de la Ciudad de Buenos Aires suscriben un convenio de colaboración científica y técnica con la finalidad de fomentar la visibilidad y accesibilidad universal a la literatura científica producida en Argentina, mediante el establecimiento de una línea de apoyo para la incorporación de revistas del Núcleo Básico a la Plataforma SciELO. Análisis Filosófico fue seleccionada junto a 27 publicaciones haciéndose acreedora a $ 5000 para poner nuestra revista en SciELO. En la actualidad, continuamos adelante con el proceso técnico que permitirá incorporar en forma gradual la totalidad de la colección de nuestra revista a esta importante plataforma electrónica. 

Inicialmente Análisis Filosófico tenía un Consejo de Dirección constituido por E. Bulygin, C. Nino, R. Orayen, E. Rabossi y una Secretaría de Redacción, integrada por María Cristina González, Cecilia Hidalgo, Diana Maffia y Gladys Palau, a la que poco tiempo después se incorporaron Nora Stigol y Hugo Zuleta. La reforma del Consejo Editorial de Análisis Filosófico realizada en el año 2000 incorporó a Marcelo Alegre, Diana Pérez, Eduardo Rivera López y Ricardo Caracciolo y designó a Raúl Orayen (UNAM), Ricardo Gómez (California State University), Graciela de Pierris (Universidad de Stanford ) y Marcelo Sabatés (Universidad de Kansas) como miembros corresponsales en el exterior. El Comité se reúne periódicamente y ha dado un nuevo impulso a la revista. A principios del año 2013, habiendo renunciado Rivera López y Alegre se incorporan al Consejo Editorial Ignacio Mastroleo, Verónica Tozzi y Paula Gaido y en 2015 Federico Penelas. 

A lo largo de 34 volúmenes se publicaron tanto números monográficos, como números de temas variados. Entre los primeros deben recordarse uno dedicado a la “Filosofía de la mente” editado por Eduardo Rabossi y María Cristina González, otro sobre “Bioética” editado por Florencia Luna, otro sobre “Temas de la Filosofía del Lenguaje de Michael Devitt” editado por Eleonora Orlando y otro sobre “El canon filosófico”, a cargo de María Cristina González y Nora Stigol. Además, algunos volúmenes recogen jornadas y simposios y otros están dedicados a filósofos destacados o a sus obras, tal los casos de W. V. Quine, R. Orayen, C. Alchourrón, E. Bulygin y el próximo a aparecer dedicado a C. Nino. 

 

Nuestros visitantes

 

Hemos recibido en nuestra sede muchos destacados visitantes quienes, generosamente, ofrecieron y realizaron diversas actividades dejando valiosas enseñanzas en una amplia gama de temas. Algunos coordinaron seminarios, dictaron cursos, pronunciaron conferencias, presentaron sus trabajos, participaron en actividades realizadas en SADAF. Muchos de ellos nos visitaron en más de una ocasión. Vinieron desde diferentes países y universidades: España, México, Perú, Chile, Colombia, Uruguay, Estados Unidos de Norte América, Canadá, Francia, Inglaterra, Escocia, Finlandia, Australia. Una nómina, seguramente incompleta, por omisiones involuntarias, de los que han visitado la institución se encuentra aquí

 

¿Cómo fueron posibles cuarenta años de existencia?

 

Al recorrer esta historia de SADAF nos preguntamos cómo fueron posibles estos cuarenta años de existencia exitosa de nuestra institución. Lo que los hizo posibles, a nuestro juicio, fue aquel impulso inicial de un grupo de filósofos argentinos que logró transmitirse a las generaciones más jóvenes que compartieron su avidez por profundizar su formación profesional y que convocó con entusiasmo a las más variadas formas de adhesión institucional, cuya nómina y especificidad no somos capaces de señalar. Cabe destacar muy especialmente los aportes fundamentales de dos filósofos que hoy ya no nos acompañan, y que trascienden la esfera académica. Estas contribuciones son, por una parte, la generosa donación de Genaro Carrió que nos permitió disponer de un local propio y, por otra, las múltiples y espléndidas asistencias económicas realizadas por Juan Rodríguez Larreta para satisfacer muchos y diversos aspectos que una institución como la nuestra debió y debe enfrentar. Ellos dos y muchos otros −algunos de los que cuales ya no están entre nosotros−, colaboraron y colaboran intensamente para que el proyecto inicial de organizar una sociedad de estudios de filosofía pudiera llevarse a cabo. Si bien en un principio la idea directriz fue aquella prestigiosa institución inglesa, con el tiempo SADAF fue adquiriendo su propia impronta. Nuestro desafío y sobre todo el de las generaciones más jóvenes debe ser el de continuar y profundizar aquellos anhelos de quienes fueron los iniciadores. 

 

 

Nora Stigol y María Cristina González

Abril de 2015

 

 

 

 

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